Toda práctica educativa se fundamenta en una determinada antropología que tiene detrás un modelo de ser humano. Desde FEC queremos transmitir a nuestro alumnado una visión de la vida y un modelo concreto de ser persona que no excluye el respeto al crecimiento y a las peculiaridades de la persona, ni a las opciones vitales que puedan ir tomando en su vida.
Así, desempeñamos nuestra tarea educativa con el objetivo de que nuestros alumnos y alumnas sean personas equilibradas, agradecidas, competentes, libres, comprometidas y, cómo no, felices; y los guiamos para dejar nacer todo lo bueno, lo bello y lo verdadero que la persona lleva dentro.
Seguramente nuestros colegios no sean los mejores colegios del mundo, pero estamos convencidos de que sí lo son PARA el mundo. Porque toda la comunidad educativa FEC vive con ilusión la educación, sabiendo que el final del camino es educar personas más plenas y felices, que desarrollan su propio talento para descubrir su lugar en el mundo, y comprometidas con la construcción de un mundo más justo.